Muchas veces los clientes piensan en branding o en publicidades masivas sin saber quién es su público objetivo y cometen el error de querer llegar a todo el mundo haciendo que la efectividad de la estrategia se disuelva y que finalmente no sean relevantes para nadie.
El público objetivo es el grupo de personas susceptibles de interesarse en el producto o servicio que ofreces, y por lo tanto, hay más probabilidades que compren tu producto o pidan tu servicio. Para buscar este público se utiliza la segmentación con el fin de optimizar el mercado, definiendo el grupo de consumidores que mayores chances tiene de comprarte.
Definir quién es, cómo es y dónde está esa gente que necesita, quiere o le interesa tu producto o servicio, te ayudará a diseñar una estrategia atractiva y efectiva.
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1. Reduce costos de conversión: Enfocarnos en la audiencia correcta nos ayudará a optimizar el presupuesto de la campaña, ya que no será necesario realizar pruebas de ensayo a todo el mundo, simplemente al público objetivo.
2. Acorta el tiempo de conversión: Analizar en profundidad al público puede llevar tiempo, sobre todo si tenemos un gran volumen de información. Pero ese análisis reducirá los plazos de respuesta y dará resultados más rápidos.
3. Aumenta la recordación de marca: Saber qué canales y medios utilizar (tradicional o digital) para que la campaña llegue a destino, así como el lenguaje a transmitir teniendo una mayor visibilidad y más impacto en menos tiempo.
4. Consolida la fidelización de tu marca: Si conoces las verdaderas necesidades de tu nicho podrás crear planes de beneficio que las satisfagan, esto ayudará a crear un vínculo entre la marca y el público.
5. Explorar nuevos nichos de mercado: Estudiar los públicos nos permitirá también acceder a nichos que no teníamos en cuenta y que pueden estar interesados en nosotros.
